miércoles, 31 de marzo de 2021

Estoy dispuesto a todo, y todo es no pedirte nada, nada que no seas tú. Tú me has dado tanto, que tanto es nada para decirte, lo que yo daría por ti. Por eso voy a dejarte libre para que el amor se vuelva mas grande. Voy a quererte siempre, bendito tu corazón. 
El primer amor, ese que no se olvida a pesar de los años y el recuerdo es tan vivo que pareciese que hubiera sido ayer. Ese amor que por mas dificultades pasen, por mas obstáculos se presenten, te aferras tanto a él, porque lo amas con todo tu ser. 
Yo hasta al día de hoy, estoy completamente segura que jamás olvidare a mi primer amor. Podre volver a enamorarme, pero no será con la misma intensidad, locura y pasión que la primera vez. Es que la próxima vez que me enamore será con la pensante, como dicen por ahí, con la cabeza fría y el corazón moderado.
Aún así, no digo que me arrepiento ni nada, es mas, agradezco haberme enamorado con tanta locura y aferro de él, porque sentí, conocí, aprendí y sobre todo experimente mil cosas, que la verdad, de no haber estado enamorada, no me hubiera atrevido hacerlas.
Sea donde estés mi primer amor, quiero que sepas, que amé cada momento a tu lado, cada sensación que me causaste, las buenas y las malas, y te agradezco por todo ello. 
De todo corazón, espero que estés bien, y al final de todo, te hayas llevado algo bueno de mi, y puedas encontrar una compañera que te haga mas linda la vida. Yo por mi parte, haré lo mismo, viviré repartiendo lo bueno de mí. 
Un beso a la distancia, un beso hasta siempre. 

lunes, 11 de febrero de 2019

Un nuevo comienzo 😌

Las cosas no siempre resultan como uno las planifica, pero a veces se dan mucho mejor!
Te imaginas que estés de lo más tranquila en tu casa, y de derrepente recibas una llamada solicitando tu presencia inmediata al día siguiente para empezar a trabajar...
Mi primer día de trabajo, fue tranquilo, pero por dentro yo me estaba muriendo. Sentía que todo movimiento mío en relación a mis labores estaban mal, cada cosa que hacía lo consultaba y hasta pensaba que estaba incomodando a mis  compañeros (después comprendí que es mejor estar de preguntona a cometer errores muy obvio de evitar), el miedo era mi mejor amigo día a día...
Pero con el tiempo, el miedo se volvió mi presión laboral por aprender lo más rápido y desenvolverme sola. Y me esforcé...
Y cuando ya dominaba al menos lo más frecuente, me cambian de área, completamente nuevo. Pero esta vez no tenia miedo sino más bien ganas de aprender, y esa fuerza de voluntad se convirtió en mi nueva presión laboral para mejorar lo que ya había captado.
Y por cuestiones del trabajo (ya me sentía cómoda otra vez), un nuevo cambio...
Esta vez era la jefatura... Si! La jefatura! Osea, me sentía preparada para todo, menos para ello... Y ahí es donde me percate que no estaba sola. Una de mis personas especiales me alentó a seguir, me alentó a que me equivocara hasta aprender, me alentó a creer que yo soy una mujer capaz, me alentó a que podría hacerlo.
Lo acepto, no fue nada fácil, pero no fue imposible.
Pase por muchas cosas: presión, desesperación, estrés, gastritis... Y tenía más responsabilidades que antes, sumándole a ello la responsabilidad de mi carrera universitaria.